A Guadalupe Sabio Buzo la ciencia le corre por las venas. Pero no es lo único. Sabe muy bien el esfuerzo que supone dedicarse a la investigación en un mundo copado por hombres. Por eso el suyo es el ejemplo de la sororidad allá donde las batas blancas y las probetas se unen. “Se están dando pasos para conseguir un sistema científico más igualitario tanto en instituciones europeas como en España. Pero, aunque es verdad que hemos mejorado y cada vez somos más las mujeres que llenamos los laboratorios de investigación, todavía nos falta mucho por hacer en los puestos de decisión. Se necesitan políticas activas hasta que se consiga la masa crítica suficiente para que el hecho de estar peor representadas en los puestos de decisión no se traduzca en que nos cueste más llegar a ellos”, explica.
[Read more in Público]